viernes, 4 de noviembre de 2011

Lo que nadie puede comprender...


… Al ritmo de una canción comencé a seducirlo, el atrás de mí, podía sentir su respiración en mi cabello, movía mis caderas, podía sentir más abajo su pene endureciendo con cada roce de mi cuerpo, sus manos estaban en mi cintura, me acerco más a él, su piel desnuda toco la mía, me estremecí, podría sentir su calor, seguía moviéndome, pretendía provocarlo, excitarlo & lo logre mi cuello sintió su aliento, sus besos, mordisqueaba mis orejas, escuchaba su agitada respiración, me decías lo mucho que disfrutaba hacer el amor conmigo, acariciaba mis pechos, sus manos bajaban lentamente hasta mi ombligo & luego más abajo hasta mi vagina, sus dedos empezaron a jugar con la flor de mi sexo, la música seguía, él se movía a su ritmo, podía sentir sus movimientos, me tiro sobre la cama, lo mire, quería que me hiciera le amor, con locura, con desesperación, con cierto grado de devoción, porque así era, él sabía lo que yo deseaba, lo que en verdad quería, a el en su máximo esplendor!

Comenzó a besarme, & a decirme que no deseaba que yo estuviera en brazos de otro que no fuera el, le contestaba que solo el único hombre que podía provocarme era el, él podía con un solo besos, con una sola caricia, incluso con tocarme, sin hablarme el me excitaba, me provocaba & era el protagonista de todos mis deseos, él era mi única excepción, le dije que él me hacía enloquecer de verdad, que esto era más que amor, más que complicidad, era un juego peligroso pero excitante, tanto como para no dejarlo, era como una droga; tomo el condón del cajón, seguido de eso quito las sabanas de la cama, tomo mis manos, las beso con dulzura, me beso, mientras acariciaba mis piernas, mis muslos era el momento, pude sentirlo entrar, poco a poco, se quedó quieto cuando entro toda, una sensación estremecedora iba en aumento, en cada salir & entrar, cada vez era más rápido, sentía su pene llegar al fondo! Era fascinante, era enloquecedor, sus manos recorrían cada parte de mí, gemía suavemente, mientas el suspiraba & gritaba lo magnifica que había llegado a ser, decía lo mucho que le encantaba sentir su cuerpo junto al mío, me mordiste el cuello, la espalda, se me erizo la piel, seguiste moviéndote mientras las sensaciones iban aumentando cada vez más, tus caricias eran insuperables, nunca ibas a borrar mis caricias que se convertían en oro en cada parte de su piel, mientras el tatuaba con tus besos todo mi cuerpo, éramos 2 piezas exactas, 2 amantes perfecto, hechos el uno para el otro, con los mismos gustos, pero diferente en muchos sentidos, ese era el secreto de esta extrema pasión, era tu experiencia & mi inocencia, así es como nos convertíamos en 2 seres inmortales que subían al olimpo para disfrutar los placeres sagrados de los dioses.

Sus movimientos iban más rápido, su cuerpo golpeaba mis caderas, comencé a temblar, sonreía, quería llorar, demasiadas sensaciones difíciles de describir, ambos estábamos a punto de experimentar una especie de orgasmo! Tras un suspiro & una grito ahogado el momento llego!

Lo mire mientras se levantabas, fue al baño & pude ver su reflejo en el espejo, vi su cuerpo desnudo en todo su esplendor, admire casi inmóvil su espalda, sus hombros, sus caderas, sus piernas, todo su cuerpo, hasta que volvió a la cama, se acostó & me acurruque en sus brazos, quizá no era el lugar más cómodo para alguien más, pero para mí era ideal, porque había conocido hasta ahora al único hombre que a pesar de mentirme podía creer en él, por el solo hecho de mirarlo a los ojos, que a pesar del tiempo, él me amaba tanto como yo a él, que a pesar del tiempo, de la vida él estaba conmigo & era para siempre, porque con él quería pasar el resto de mi vida; el me amaba sin complejos, sin medida, aunque nadie lo creyera & yo lo amaba al completo, ese era el tipo de amor que tanto buscaba, que yo podía darle, era más que amar, era un arte que yo solo podía enseñarle.

Pasamos toda esa noche juntos, jugamos, reímos, mientras recordamos el cómo habíamos llegado a amarnos tanto, él me dijo que ya no podía imaginar una vida sin mí, solo sonreí ya que era verdad, esa noche sus manos recorrieron mis labios, mi cabello, me miraba con inocencia, con amor, con fervor & en sus ojos podía ver todo lo que yo quería, se recostó en mi regazo al llegar la madrugada & con historias imaginarias se quedó dormido, lo admire mientras dormía & fui feliz, verlo despertar a mi lado, besar su frente hicieron de mi día algo extraordinario, pase la noche en los brazos de un hombre que me amaba por lo que era & por lo que significaba en su vida…

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